El último viernes 15 de febrero, un meteorito de unos 15 metros
de diámetro atravesó la atmósfera terrestre superando la velocidad del
sonido y se desintegró en varios fragmentos que cayeron en territorio ruso.
Los pedazos impactaron en zonas de Chelyabinsk, Sverdlovsk y Tyumen,
causando unos miles de heridos y destrozos equivalentes al del estallido
de un misil.
Recordemos que el impacto de un meteorito ocurre cuando un fragmento
de un asteroide choca con el planeta Tierra. Los asteroides son los
restos fragmentarios de la formación de los planetas. Se convierten en
meteoritos cuando entran en la atmósfera terrestre. Su impacto depende
de su tamaño: un meteorito de pequeña envergadura es frenado por nuestra
atmósfera y muchas veces cae sin provocar un cráter.
Impactos históricos de asteroides
Dos lagos circulares se formaron simultáneamente en Québec, Canadá
hace unos 290 millones de años. ¿La causa? Dos fragmentos de asteroide
que chocaron con la superficie terrestre.
Hace unos 212 millones de años, un cuerpo de cinco kilómetros de
diámetro provocó un agujero de unos 100 kilómetros. Desde entonces este
cráter se ha erosionado por el paso del tiempo y de los glaciares.
El más célebre tuvo lugar hace 65 millones de años. Un asteroide de
diez kilómetros impactó el norte de la Península de Yucatán causando una
tormenta de fuego, subsecuente enfriamiento y finalmente el
calentamiento global que contribuyó a la extinción de los dinosaurios.
El Lago Karakul, cerca de la frontera de China. ©preston.rhea/Creative Commons.
En los últimos años, a través de imágenes satelitales, se descubrió
Kara-kul, un lago de unos 25 kilómetros a una altitud de 3.900 metros en
Tajikistán, cerca de la frontera china. Es el resultado de un impacto
que ocurrió hace 5 millones de años.
Más recientemente – aunque no tanto -, hace unos 3,3 millones de
años, un nuevo impacto en Argentina causó nuevas extinciones y una
tendencia al enfriamiento planetario.
En el territorio de lo que hoy es Kumasi, en Ghana, existe el lago
Bosumtwi. Se trata de un cráter que se llenó de agua naturalmente. Su
diámetro es de 10,5 kilómetros y coincide con la caída de un meteorito
hace 1,3 millones de años.
El cráter de un impacto de hace 50 mil años en Arizona. ©Ken Lund/Creative Commons.
Hace 50 mil años, un meteorito de hierro cayó en Arizona, dejando a su paso un cráter que hoy todavía existe de 1,2 kilómetros.
Unos cuantos siglos después, en 1908, un asteroide de unos 50 metros
explotó en la atmófera en la región de Siberia, destruyendo un área de
unos 2 mil kilómetros. Algunos años después, en 1937, el asteroide
llamado Hermes, pasó a una distancia considerable de la Tierra. Sus
consecuencias hubieran sido catastróficas.
En 1994 se pudo presenciar desde la Tierra la destrucción del cometa
Shoemaker-Levy 9 en Júpiter. La zona de destrucción fue tan grande ¡como
nuestro planeta!
El riesgo de un impacto devastador
En los últimos 30 años, la ciencia se ha ocupado de los cuerpos
celestes con un mayor énfasis. Más precisamente, departamentos de la
NASA se ocupan de investigar cuál es el riesgo de que un asteroide o
meteorito vuelva a impactar en la Tierra con consecuencias de alta
destrucción y muerte.
Según índices, existe una relación inversamente proporcional entre el
tamaño del objeto en cuestión y la frecuencia con que impacta la
Tierra. Es decir, que los asteroides de un diámetro aproximado de 1km
chocan con el planeta cada 500 mil años en promedio. Impactos más
grandes, por ejemplo de un asteroide de 5km, ocurrirían entonces cada 20
millones de años. Un estudio de 2005 de hecho determinó que la
posibilidad de que alguien nacido hoy muera debido a una catástrofe de
estas características es de 1 en 200 mil.
Sin embargo, debido a que impactos de gran escala han ocurrido hace
unos cuantos miles de años, algunos teóricos sostienen que es probable
que en los próximos años presenciemos alta actividad de este tipo cerca
de nuestro planeta.
Fuente: http://noticias.tudiscovery.com/los-mas-increibles-impactos-de-meteoritos-en-la-tierra/
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