Imprimir copias exactas de partes de nuestro cuerpo
parece algo sacado de una historia de ciencia ficción, pero los
investigadores de la Universidad de Cornell acaban de demostrar que sí es posible al crear el reemplazo de una oreja utilizando una impresora 3D e inyecciones de células vivas.
Este estudio es un primer paso para que en un futuro ya no tan
lejano, niños que nazcan con malformaciones o gente que pierda alguna
parte de su cuerpo por accidentes o enfermedades, puedan recuperarlas
con una copia en 3D.
Esto es parte del campo en rápido de desarrollo de la regeneración de
tejidos que está tratando de recrear todo tipo de partes corporales
utilizando la tecnología de impresoras en 3D, que aporta rapidez y mayor similutud a las partes reales.
Si funciona, “esto nos permitirá crear implantes a medida y necesidad de cada paciente“, dice el ingeniero bio-médico de Cornell, Lawrence Bonassar, coautor de la investigación publicada el miércoles último en el journal PLoS One.
En este primer paso, el trabajo ha consistido en manufacturar una
oreja de forma humana que ha crecido a partir del cartílago de una vaca,
que es más fácil de obtener que le cartílago humano, sobre todo si se
trata del tipo único y flexible del que está hecha la oreja humana.
El siguiente paso será el resolver cómo puede cultivarse en el
laboratorio lo que quede de una oreja de un niños para crear a a partir
de ella una nueva oreja humana que pueda ser implantada
en el lugar exacto, explica el co-autor de la investigación y quien se
encargará de esta segunda fase, el Dr. Jason Spector del Weill Cornell Medical Center.
Las impresoras de 3 dimensiones son actualmente muy utilizadas en el sector manufacturero. En el área médica, este estudio de la oreja es parte de uno más grande que está demostrando que ésta tecnología ha avanzado al punto en el que se puede imprimir en 3D estas estructuras que con el tiempo se vuelven funcionales.
La gente que hoy en día necesita una oreja tiene que recurrir a la
ortopedia y a recursos para atarla alrededor de la cabeza. En el caso de
niños, algunos doctores fabrican una nueva oreja a partir del cartílago
alrededor de las costillas que es duro, pero es una cirugía mayor y el
resultado suele ser de apariencia bastante artificial.
Por eso la idea de utilizar las propias células del niño para recrear su oreja. Este equipo de investigadores de Cornell usó primero la cámara 3D que gira rápidamente alrededor de la cabeza del niño para capturar los detalles de la oreja existente. La geometria de la oreja
entonces se emite a una computadora, evitando el método tradicional de
hacer el molde o de la radiación si se tiene que usar un tomógrafo.
MI NIÑO TIENE MICROTIA BILATERAL. QUÉ GRAN ESPERANZA!
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