domingo, 22 de septiembre de 2013

Stephen Hawking: "El cerebro humano puede sobrevivir a la muerte del cuerpo"

El físico británico Stephen Hawking afirmó que es teóricamente posible 'copiar' el cerebro humano a una computadora para permitirle seguir funcionando después de la muerte.
Según el periódico británico 'The Guardian', Stephen Hawking afirmó en el estreno de un documental sobre su vida que cree que los cerebros humanos podrían seguir funcionando independientemente del cuerpo.

"Creo que el cerebro es como un programa en la mente, que es como un ordenador, por lo que en teoría es posible copiar el cerebro a una computadora y proporcionar así una forma de vida después de la muerte", afirmó el físico.

Sin embargo, Hawking aclaró que de momento esto va mucho más allá de las prestaciones alcanzadas hasta ahora por la tecnología humana.

"Pienso que el concepto convencional de la vida después de la muerte es un cuento de hadas para la gente que tiene miedo a la oscuridad", subrayó.

Al científico se le diagnosticó a los 21 años esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad que le ha dejado el cuerpo totalmente paralizado. En aquella época los médicos le pronosticaban un máximo de dos o tres años de vida.

"Toda mi vida he vivido con la amenaza de una muerte prematura, por lo que no me gusta perder el tiempo", dijo Hawking.

Hoy en día la parálisis ha llegado a tal extremo que el científico solo puede comunicarse con el mundo mediante un sistema de voz computarizada y los movimientos de un músculo de su mejilla que capta el sensor de un ordenador diseñado especialmente para él. A principios de esta semana, Hawking también se pronunció a favor del derecho de los enfermos terminales a someterse al suicidio asistido.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/106434-hawking-cerebro-existir-fuera-cuerpo-muerte

Adolescente crean una prótesis controlada por poder cerebral con su impresora 3-D




Cuando tenía 14, Easton LaChappelle construyó una mano robótica solo por quecreyó que seria genial, la construyó de legos, hilo para pescar, tubos quirúrgicos para dedos y cinco servos controlados independientemente.

La mano robótica le valió a Easton el tercer lugar en la Feria de Ciencia de 2011 en el estado de Colorado, pero estaba insatisfecho con la funcionalidad de su robo-mano así que se dedicó a mejorar el diseño.

La segunda versión de se convirtió en un brazo y contó con una combinación de piezas imprimidas con impresora 3-D, hilo dental de goma usado para una función parecida a un tendón, alambre de nylon recubierto de un alambre de joyería para ligamentos, un guante de poder telemétrico de nintendo y una diadema de activación cerebral para controlar el movimiento del brazo. Para el poder muscular creó un servo al adherir un potenciómetro a un motor DC.

Las invenciones de Easton han creado un gran revuelo, tanto por ser tan joven y otro tanto por que los dispositivos eran simple y llanamente increíbles. Ah y cuando empezó, no sabía nada de la electrónica o programación, él mismo se tuvo que enseñar.

Easton que vive en el pequeño pueblo de Mancos, Colorado cerca de el area de Four Corners, tuvo gran cobertura por Popular Science, Popular Mechanics y MAKE, y ganó la medalla de segundo lugar en el Intel Internacional Science and Engineering Fair, la feria de ciencia más importante a nivel nacional.

Una niña en la feria de ciencia de Colorado de el año pasado le dio la inspiración, habia nacido sin su brazo derecho y usaba una protesis de $80,000 dlls. que controlaba a través de un implante espinal. Como inventor, Easton quedo impresionado por la tecnología, pero angustiado al entender que la niña necesitaría un brazo nuevo a medida que fuera creciendo, con un coste tremendo para su familia.

"Eso de alguna manera abrió mis ojos", decía Easton ahora de 17 años. "pensé, puedo convertir mi invención en una prótesis de brazo y ayudar a mucha gente".
Su misión era construír un brazo robotico que fuera funcional y asequible. Y el cree que lo ha conseguido.

jueves, 5 de septiembre de 2013

TOP 9: los libros más controvertidos (y bellos) que cambiaron la historia de la ciencia

 

El libro ha sido, casi desde su invención, uno de los objetos más hermosos a los que pueda dar origen el ser humano. Umbral y síntesis, condensación y vector, el libro es al mismo tiempo meta consumada y punto de arranque, reunión de conocimiento y estímulo para la generación de nuevas dudas, premisas, preguntas e inquisiciones de ese proceso infinito que llamamos razonamiento humano.
Sin embargo, como buena metáfora de que la belleza es, de ordinario, solo un accidente, la compañera de una esencia mucho más profunda e importante, a este valor estético de ciertos libros puede añadirse su impacto en el curso de la historia de las ideas, su trascendencia como parte de nuestro desarrollo intelectual colectivo y nuestro esfuerzo por comprender el mundo que nos rodea.
En este top, elaborado originalmente por Tanya Lewis para el sitio Wired, se muestran 9 de los libros cuyo destino fue ser bellos pero también notables, “hermosos y malditos”, según la fórmula de Francis Scott Fitzgerald, sobre todo si tomamos en cuenta que en casi todos los casos su publicación representó un desafío a las ideas y valores establecidos de su época.

 
  • De revolutionibus orbium coelestium, Nicolás Copérnico, 1543
Punto de quiebre de la modernidad, señero de una nueva forma de pensar el mundo, ofensa al narcisismo de nuestra especie (Freud dixit), Sobre la revolución de los orbes celestiales se publicó casi póstumamente, pues Copérnico espero casi hasta el final de su vida para autorizar su impresión. Esta, por cierto, corrió a cargo del impresor alemán Johannes Petreius.

  • Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo, Galileo Galilei, 1632
Casi un siglo después, Galileo recogió la herencia científica de Copérnico para elaborar sus Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo, en el cual confrontaba por medio de tres personajes las principales ideas en torno al orden del universo: por un lado la visión copernicana (vanguardista para la época) y, por el otro, la dogmática posición de los ptolemaicos. Recordemos que a Galileo se le acusó de satirizar al mismísimo papa Urbano VIII en uno de estos partícipes de la pretendida ficción dialogada, aquel al que, encima, bautizó con el nombre de “Simplicio”. Como sabemos, por este hecho Galileo estuvo a punto de perder la vida e incluso tuvo que sobrellevar una dura sentencia.

  • Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, Isaac Newton, 1687
Otro momento crucial en las ciencias naturales cuya fuerza duró casi tres siglos, fue el que nació en el momento en que Sir Isaac Newton dio a conocer sus Principios matemáticos de la filosofía natural, sólidos fundamentos de la física clásica donde se exponen nociones tan conocidas como las tres leyes del movimiento o la ley de gravitación universal. Es más que admirable que un solo hombre haya tenido la capacidad para comprender el universo mismo con semejante lucidez y perspicacia.

On the Origin of Species, Charles Darwin, 1859
De la nada, nada, reza el apotegma clásico que, además, parece animar la obra y los esfuerzos de Charles Darwin en el campo de la biología. Demostrando que todos los seres vivos (incluido el hombre) provienen de un organismo que les precedió en el tiempo y en el espacio, Darwin contribuyó a defenestrar toda intercesión que no fuera exclusivamente material de este proceso generativo. En la historia de su publicación destaca el éxito casi inmediato que On the Origin of Species tuvo entre los lectores ingleses, agotándose casi 5 mil copias en poco más de 3 meses.

Micrographia, Robert Hooke, 1665
Perteneciente también al ámbito de los seres vivos, la Micrographia de Robert Hooke ofreció al mundo un atisbo de ese microcosmos que es la realidad celular. De hecho la obra de Hooke es la primera en que se utilizó este término, “célula”, para designar dicha estructura biológica. Trabajo pionero de la investigación microscópica, Micrographiafue el primer libro de veras importante editado por la Royal Society. Las detalladas e impresionantes ilustraciones corrieron a cargo del propio Hooke.

  • Anatomy: Descriptive and Surgical, Henry Gray, 1858
La célebre Anatomía de Gray es otro de los libros es los que parece difícil valorar más su importancia en el curso de la ciencia (la medicina, en este caso) o sus cualidades estéticas. Los trazos sin los cuales, quizá, la repercusión de esta obra no habría sido el mismo fueron responsabilidad del artista Henry Vandyke Carter.

  • Traité élémentaire de chimie, Antoine Lavoisier, 1789
La sistematización más ordenada y rigurosa que se hiciera jamás en la ciencia química, fue obra de Antoine Lavoisier, cuyo Tratado sepultó falsas concepciones que se tenían en este campo de conocimiento y de donde se extendían también a otros, sembrando la confusión y la ignorancia. 


  • Principios de química, Dmitri Mendeleev, 1868–1870
Como si encarnarse uno de esos taxonomistas de la antigüedad, un obsesivo clasificador de las cosas del mundo, el ruso Mendeleev desarrolló la tabla periódica de los elementos químicos mientras se encontraba escribiendo sus Principios de química. Para desgracia suya, su labor no fue reconocida sino hasta varios años después de su muerte, cuando sus pronósticos a propósito de nuevos elementos que, según su clasificación, se descubrirían, se revelaron acertados.

A Treatise on Electricity and Magnetism, James Clerk Maxwell, 1873
Esta lista termina con una pareja fuerzas físicas que se encuentran entre las más enigmáticas de la naturaleza: la electricidad y el magnetismo, que el escocés James Clerk Maxwell descubrió íntimamente ligadas entre sí, como nacidas de un mismo corazón a pesar de sus manifestaciones tan divergentes. Las ecuaciones expuestas en su Tratado tiene fama de ser poco comprensibles aun para los especialistas.